Izarbe tenía muy claro que su sesión de fotos de Comunión sería en un castillo, el Castillo de Mesones de Isuela, su pueblo, toda una fortaleza de piedra construída en el siglo XIV.
Izarbe estaba encantada de hacerse fotos, entusiasmada con su vestido que era una auténtica maravilla y con el que estaba bellísima. El entorno, aunque tosco y austero, tenía unos rincones de película, y eso mismo me parecía estar viviendo a veces mientras hacía las fotos. Y yo, feliz por todo ello y por inaugurar la temporada ya que fue la primera sesión, y por la confianza que su familia depositaba en mi trabajo.
Recorrimos el castillo de Norte a Sur y de Este a Oeste, subimos y bajamos torreones y recorrimos las estancias y el patio de armas, e hizo sonar el campanico. Y aún nos dio tiempo de salir a los alrededores y hacer fotos en el campo, terminando la sesión al atardecer.
Las fotos que veis a continuación son un pequeño resumen de aquella tarde, sin duda un gran recuerdo para Izarbe y uno de los mejores regalos que le hicieron, porque seguramente, ganará valor con el paso de los años.